Buen viaje con la lectura
Cuando era niño, Jelle Brandt Corstius pasaba horas mirando su atlas ilustrado e imaginando cómo viviría la gente en la inmensidad de Siberia. Años más tarde, convence a dos amigos de emprender juntos un viaje a bordo del BAM, el tren que recorre más de 4.000 kilómetros desde el lago Baikal hasta el río Amur, a través de la Siberia Oriental. Movilizados por la curiosidad, el espíritu de aventura y el amor por la cultura rusa, los tres holandeses descubrirán pueblos abandonados, conocerán personajes extraños, probarán comidas impensadas y se enfrentarán a temperaturas extremas.
Con un sentido del humor holandés muy característico, en un tono parco e irónico –sobre todo, al hablar de sí mismo–, el autor nos convida una mirada sobre Siberia y también sobre la idiosincrasia de los Países Bajos.
Texto: Jelle Brandt Corstius
Traducción: Micaela Van Muylem
Fotografías: Fabian Hahne
Dibujos: Aldo van den Broek
Cuando era niño, Jelle Brandt Corstius pasaba horas mirando su atlas ilustrado e imaginando cómo viviría la gente en la inmensidad de Siberia. Años más tarde, convence a dos amigos de emprender juntos un viaje a bordo del BAM, el tren que recorre más de 4.000 kilómetros desde el lago Baikal hasta el río Amur, a través de la Siberia Oriental. Movilizados por la curiosidad, el espíritu de aventura y el amor por la cultura rusa, los tres holandeses descubrirán pueblos abandonados, conocerán personajes extraños, probarán comidas impensadas y se enfrentarán a temperaturas extremas.
Con un sentido del humor holandés muy característico, en un tono parco e irónico –sobre todo, al hablar de sí mismo–, el autor nos convida una mirada sobre Siberia y también sobre la idiosincrasia de los Países Bajos.
Texto: Jelle Brandt Corstius
Traducción: Micaela Van Muylem
Fotografías: Fabian Hahne
Dibujos: Aldo van den Broek